De compras en Santander

Dada la restricción presupuestaria, no he podido hacerme experta en las vitrinas de la ciudad…bueno, las miro, y trato de ni entrar. Tampoco hay tanto que mirar, así que he tenido que hacerme experta en otro tipo de compras: alimentos!

En Santiago, iba poco al supermercado, no cocinaba casi, almorzaba fuera con la gente del trabajo, así que apenas sabía los precios de las cosas. Iba al más cerca, el Unimarc de Portugal, e incluso cuando me daba lata iba a Los Alpes en Plaza Italia, que es más bien un minimarket, seguramente más caro, pero más rápido. Cuando iba donde mis papás aprovechaba de pasar al Líder de Estoril por alguna delicatessen que no encontraría en mi barrio.

Ahora en Santander, como tengo mucho tiempo, o más bien bastante flexibilidad, me he dedicado a explorar las diversas opciones para llenar el refrigerador de la manera más optima posible!! Barato y rico. En contra de las teorías del marketing en que el cliente prefiere hacer todas las compras en un solo lugar para ahorrar tiempo, yo prefiero pasear y revisar las ofertas. Tampoco me la paso todos los días en los supermercados, pero he adquirido cierto expertise… así que me he convertido en una experta en inteligencia de mercado cotizando y comparando precios… algo así como una señora Juanita versión 2.0 y más glamorosa.

Cosas a saber: no es necesario cotizar los remedios en las distintas farmacias. No existen las malignas cadenas, ni tampoco la posibilidad de que haya 3 en una misma esquina. Está todo normado, una farmacia cada ciertos metros y todos los precios están fijos y regulados. Vaya a la que está más cerca y ya.

Otra cosa importante es que está todo cerrado entre 14:30 y 17:30 horas aprox, con ciertas variaciones, pero es un rango importante de horas, además de los domingos… obvio. Así que no se le ocurra “aprovechar la hora de almuerzo” para hacer unas compritas, ni intentar ir al mall el domingo en busca de libros o cosas para el próximo viaje.

Lo que si tenemos que envidiar es el maravilloso Decathlon, un supermercado del deporte, todo de marca propia, lindos diseños y los mejores precios, tienen unos polar….ok, regresemos a nuestro tema, las compras de alimentos.

La compra grande:

Primero descubrimos el Carrefour Express, está en pleno centro, a unas 5 cuadras de casa, y es bastante más grande que los otros supermercados de la ciudad. Tiene de todo y la marca propia es bastante conveniente. No obstante, el problema de “optimización” tiene la restricción de llevar a casa las cosas (por más que Gonzalo se esfuerce… tiene capacidad limitada para acarrear con las bolsitas ecológicas).

Luego intentamos con el Carrefour Hipermercado, a este hay que ir en micro (bus), pues como todos los ‘hiper’ está en las afueras. La verdad es que no hay muchas más cosas que en el Carrefour Express, así que descartado.

Hasta que descubrimos… MERCADONA. Tras mucho escuchar las bondades de este supermercado, me decidí por la compra on-line, y ahora la amo! Te la traen hasta la puerta del departamento (no, no hay un pobre tipo cargando las bolsas, sube las escaleras con un carrito) y así en vez de comprar 2 cajas de leche puedo pedir de a 6 o 12, más la malla de naranjas valencianas mmm, todo sin cargar ni perder tiempo.

La compra pequeña:

Bueno, para comprar el pan o lo que se acabó de último momento voy simplemente a lo que está más cerca, hay varios supermercados de formato pequeño, unos con mejores ofertas que otros, así que hay que estar atentos.

Si se le olvidó algo para el almuerzo, y ya son más de las 14 horas…hay una solución: “los chinos”. Muy cerca tenemos uno de estos pequeños minimarkets llamado Real Alimentación, como imaginarán tiene un pequeño surtido y está siempre abierto, nada de hora de almuerzo, cierran a las 23 hrs y el domingo funciona todo el día!! Así que también sirve para unas cervezas de último momento o un antojo dominguero. Además tienen soya mucho más barata que en los supers y el nori para preparar sushi, todo atendido por amables orientales que se esfuerzan en su limitado español.

Ah y hay un segundo tipo de “chino”, los de cachureos…o variedades. Tienen ropa, juguetes, material de oficina, cosas para el hogar, de todo. Este es el mejor lugar cuando tienes una fiesta de disfraces, para adquirir esos lápices de colores que en las librerías no puedes ni mirar o conseguir regalos para niños. Hemos llevado el reloj de Ben 10 al hijo de una amiga, y a él le pareció lo máximo, ninguna diferencia con el original, excepto que costó 3 euros en vez de 27.

Y bueno, hay que ir aprendiendo ciertas detalles. El otro día había una carne de cerdo en oferta…”me da un kilo por favor”. Me distraigo un momento en otra cosa, voy a recibir mi carne y ….”qué está haciendo?? Pq la está cortando??? Yo quiero el trozo completo para ponerlo en el horno!!”…”es que toda la gente lo lleva así, usted no dijo nada” …”usted no me dijo que pensaba cortarlo”….

Peor fue un día en que pedí un helado de “tutti fruti”, mmm tenía tantas ganas de un rico helado, y me entregan una asquerosidad llena de fruta confitada, puaajjjj…”este es el tutti fruti que ested pidió!”. PLOP.

Bueno, lo positivo de esto, es que encontré unos deliciosos bistecs para celebrar el día de los enamorados, y así Gonzalo no se queja tanto.

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