How to survive with UE prices?

Como inmigrante novicio, el cuento parte de la siguiente manera:

G: mira el precio de los duraznos. Están a 1,45 € el kilo.

C: ¿Cuánto es eso? En pesos…

G: ehmm… 1,45 por 800… (tic tac tic tac…) como 1200 pesos el kilo!!

C. ohh que caro!

En general, es una historia que suma y sigue… y mucha gente pasa por ello. Para hacerse una idea, he aquí algunas estimaciones de ciertos insumos básicos:

El kilo de Carne: 12 – 17 € según el tipo, corte etc

Una cervecita en un pub 1,5 € (un vasito de 250 ml)

El kilo de tomates: 1 – 2 €

Pasaje unitario de autobús 1,1 €

Una palta: 1 €

Obviamente, alguien que viene del otro lado del charco, al ver estos precios es un panorama completamente desolador. Ocurren acá dos fenómenos: uno psicológico y uno económico. El psicológico pasa por un proceso de indignación, que pasa rápidamente a uno de resignación… hasta que finalmente te olvidas de tu país y empiezas a dejar de pensar en pesos chilenos. Ese proceso de adaptación puede demorar bastantes semanas en algunos casos.

Aquí entra el fenómeno económico… (Para que después no digan que no fui a clases o no he estado estudiando)

Los individuos miran los precios relativos… Es decir, haces comparaciones de precios entre distintos productos que tienen un mismo fin (mantequilla vs margarina… cerdo vs pollo), entre mismos productos y de distinto fabricante (Coca Cola vs Pepsi), mismo producto pero en distinto horizonte temporal (cuando compras carne porque bajo de precio claramente haces esa comparación)

Efecto Ingreso: dada tu restricción presupuestaria (Budget constrain), ajustas tu consumo. Para un estudiante pobretón sudaca, no hay posibilidades de solicitar créditos y sólo se pueden hacer algunos ahorros… pero como el ingreso es pocazo… lo más óptimo es gastar lo más posible en consumo.

Efecto sustitución: suponiendo información perfecta (que es razonable, dado que puedes entrar a los supermercados y ver los precios… y el ingreso que se tiene es fijo y no hay incertidumbre en ese aspecto)… uno aprende a cambiar ciertos hábitos. Dejas de comer el yogurt elaborado marca X y pasas a comprar el yogurt Carrefour natural que está en oferta y e agregas miel y granos naturales (obviamente una caja también de marca Carrefour). Dejas de comer carne y consumes pollo… Aprovechas de comer quesos buenos, Brie y camembert (que en Chile son carísimos!), pero acá están más baratos.

La conclusión de este pequeño ejercicio (ensayo post… como quieran llamarlo) es que lo más óptimo es: comprar productos propios de Carrefour, hacer economías de escala en ciertas cosas (de preferencia no perecibles) y aprovechar al máximo las promociones (si ves dos botellas de ron por 12 €, cuando las botellas de ron usualmente cuestan 10 €… no hay que dudar)

Al final, es lo mismo que hace la señora Juanita, pero sin saber ni una wea de modelo matemático ni económico...

3 comentarios:

Sooz dijo...

ufffffff eso es barato pa mi... aca todo cuesta el doble!

el kilo de durazno debe estar rondando los 3 euros... las manzanas son lo mas barato (1,5 euros) y son malisimas! y pa que mencionar si quiera las tan agnoradas paltas...

optimo local: el arroz y las papas suelen ser baratas en todas partes, por lo que pongo menos carne (o pollo) y mas de lo primero!

saludos desde chipre, la tierra del sablazo!

Unknown dijo...

Welcome to Lost Paradise, fue la recepción que me dio un amigo en Santiago. No se imagina el cuan cierto es eso, Chile es un Paraiso Perdido en el sur del mundo.
Que la comida no sea un tema prioritario es una gran libertad mental. Pero doña Juanita, en Santiago, Santander o donde sea, siempre se las arregla, e incluso, para ir de tapas y pinchos de vez en cuando.

Cristi dijo...

... les dije!!.... jajajaj.. ahora a acostumbrarse no más.. :D Un abrazo a los dos !!

Publicar un comentario