Sinai mola

Lejos del invierno europeo, mientras me tomo una Stella helada y tomando sol... escribí este nuevo post de puño y letra en la playa de Dahab. (aunque ahora lo transcribo al computador en Asuán) Será mientras que más cerveza tomo, me bronceo más? o bien, mientras más me bronceo más cerveza tomo? Bueno, cual Moises, me fijo en el mar Rojo y por más esfuerzo mental que haga, no puedo abrir el mar en dos como ocurrió en tiempos bíblicos. Seguro que Dios tiene cosas más urgentes que hacer que atender a las peticiones de un tipo semi bronceado (o quizás embriagado)

Decidimos hacer un pequeño peregrinaje al Monte Sinaí y al monasterio de Santa Catalina antes que terminara el año, que yace dormido y pareciera que el tiempo no ha pasado desde que Justiniano, emperador Bizantino que mandó a construirlo. Luego de conocer gente en el bus (una simpática pareja from US, un par de simpáticos y chidos mexicanos y un amable italiano) emprendimos esta nueva aventura. (bíblica, pero no de proporciones bíblicas) Después de percatarnos de "a little mistake" que si fue de proporciones bíblicas (es decir, nos mandamos la media cagadita) Antes de partir el viaje, cargamos la batería de la cámara fotográfica... pero olvidamos completamente en ponerla dentro de la cámara!! (aweonamiento faraónico sin dudas), por suerte los mexicanos nos aportararán con las fotos del paseo. En fin, visitamos el monasterio ortodoxo, que te sorprende por su simpleza y su curiosa belleza en medio del desierto. Y comenzamos nuestro pequegno trekking por el Sinaí con un guía beduino, que no hablaba nada de inglés, es decir... no guiaba nada de nada... (pero se esforzaba por hacerse entender el hombre!!)

Luego de una hora y media de ascenso, llegamos a la cima del monte. En medio de los parajes casi del planeta Marte, como si estuviéramos en otro planeta con extrañas formaciones rojizas... llegamos al punto que es la encruzijada de la civilizacion, un sitio sagrado tanto para cristianos, musulmanos y judios. Y ciertamente, el sitio era muy especial.

Por ese motivo, "tome prestada" una piedrecita fosilizada de recuerdo al más purto estilo Indy Jones o Tomb Raider buscando el arca perdida (ok... sin balazos, latigo y nazis acechándonos)
Nos hicimos bastante amigos con Orlando y Manuel, unos chavos muy chidos y nada de fresas y con ellos retornamos a Dahab y pasamos el año nuevo!

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